Flipped Classroom
- RaquelBrm
- 7 nov 2017
- 3 Min. de lectura
La reflexión del blog de hoy se centra en el modelo pedagógico de Flipped Classroom, o lo que es lo mismo, la clase invertida.
¿Quién no ha utilizado un tutorial para aprender algo? La respuesta es obvia, TODOS.
Pero... ¿qué es el Flipped Classroom?
Empecemos por definir este nuevo modelo pedagógico que consiste en trasferir ciertos procesos de aprendizaje fuera del aula, y utilizar el tiempo de clase en otros procesos para potenciar el aprendizaje, y a la realización de prácticas para afianzar los conceptos que se han preparado con anterioridad en casa.

Estamos en plena era tecnológica, y cada día tenemos nuevos avances que nos permiten implantar en el aula nuevos modelos de enseñanza, más atractivos y dinámicos, que convierten al alumno en el protagonista del aprendizaje. Como docentes, estamos obligados indirectamente a mantenernos actualizados de las novedades tecnológicas que permitan fomentar el aprendizaje, y que consigan despertar la motivación y el interés del alumno, que como vimos en el post de neurodidáctica, tan beneficioso es para conseguir un aprendizaje duradero en el tiempo.
El Flipped Classroom propone un método más atractivo y dinámico, alejándose de las tediosas clases magistrales. Además permite un rendimiento mayor de la clase, pues el contenido de la misma sería 100% práctico y el alumno estaría implicado en mayor medida al centrarse en actividades que favorecen el trabajo colaborativo y la creatividad.
Sin embargo, aún conociendo todas las ventajas que aporta este nuevo modelo, es inevitable que nos planteemos numerosos cuestiones con respecto a su efectividad.
Es difícil pensar que hoy en día en una casa no se disponga de un ordenador, una tablet o algún dispositivo que permita al alumno acceder a los videocontenidos. Pero, a la hora de implantar este modelo, debemos constatar que todos los alumnos tengan acceso a los materiales, además de especificar cual será el medio a través del cual facilitaremos los contenidos. Por ejemplo, si utilizaremos una plataforma u otra, y que tipo de acceso tendrán los estudiantes.

Otra de las cuestiones que se plantean es sí la adquisición de contenidos por parte del alumno será la adecuada. Es decir, al no estar presentes no podremos solucionarles las dudas en el momento en que estas surgen, posponiendo su resolución al día siguiente en el aula. Esto mismo nos lleva a pensar que determinadas materias como las matemáticas o la física, donde se necesita la interacción directa y personal del profesor, sean asignaturas en las cuales este modelo pueda resultar el más adecuado.
Por último, otro factor que influye en el éxito de este modelo es el compromiso de los estudiantes. Para que tenga éxito el Flipped Classroom es necesario que los alumnos se comprometan al visionado de los contenidos que se van a trabajan posteriormente en clase en los días indicados, pues de no contar con su compromiso, las prácticas y tareas previstas para desarrollar en las clases no podrán realizarse.
A pesar de las cuestiones que se han planteado anteriormente, y que nos llevan a debatir la efectividad del modelo de la clase invertida; no podemos negar que los resultados académicos actuales nos invitan a avanzar en los métodos educativos. Es el momento de adaptarnos a los tiempos que corren, a las nuevas metodologías, a la implantación de modelos que se centren en el estudiante, que se alejen de las clases magistrales orientadas a exámenes finales que solo tienen una finalidad calificadora, y fomentar un aprendizaje que se mantenga en el tiempo.
El Flipped Classroom, aúna todo ello. Un modelo que apuesta por dinamizar la educación, promoviendo el trabajo creativo del alumno y una nueva clase de interacción con el docente.
En un mundo en el que todo gira en torno a la tecnología y en el que el videotutorial esta en auge, es el momento de traspasar las barreras e incluirlo en las aulas.

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